Tras la euforia desatada el pasado mes de julio con el histórico acuerdo comercial rubricado entre la Unión Europea y Japón, las positivas expectativas generadas para la exportación de frutas y hortalizas a los mercados del sol naciente parecen diluirse, tras darse a conocer nuevos detalles en materia de fitosanitarios.
El principal escollo parece radicar en los requisitos necesarios para cumplir con los protocolos establecidos, en cuanto a la utilización de productos fitosanitarios se refiere.
Hay que recordar, que el citado acuerdo entrará en vigor a inicios de 2019, y supondrá la práctica supresión de los aranceles existentes en estos momentos para diversos sectores, entre los que destaca el relativo a frutas y hortalizas.
Este motivo (los protocolos fitosanitarios), ha reducido a la mínima expresión las posibilidades de crecimiento en materia de exportación, ya que, actualmente, los envíos de frutas y hortalizas a Japón son casi inexistentes (sólo representaron el 0,1% del conjunto exportaciones españolas que se realizaron en el primer trimestre).
“España no destina más frutas y hortalizas al mercado japonés, como consecuencia de las exigentes medidas adoptadas en materia de sanidad vegetal”, según exponen fuentes del sector consultadas por ‘AgroquímicaDigital’.
En este sentido, de mantenerse los actuales protocolos fitosanitarios, las ventas españolas de frutas y hortalizas no experimentarán un crecimiento significativo en Japón, pese a la desaparición de la mayoría de los aranceles.
En líneas generales, se espera que las exportaciones europeas destinadas al mercado japonés aumenten en un 13%, y se prevé que las empresas comunitarias podrán ahorrarse cerca de 1.000 millones de euros anuales en aranceles de acceso a dicho mercado.